Asesinan a dos sacerdotes en una iglesia de Chihuahua
Redacción
México.- Por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en el municipio de Urique, en Chihuahua, diversas asociaciones civiles y religiosas han condenado los brutales hechos y exigen que se recupere de manera inmediata los cuerpos de los clérigos que fueron sustraídos posterior a su ejecución.
Javier Campos Morales y Joaquín César Mora fueron asesinados el lunes 20 de junio cuando intentaron auxiliar a un hombre que buscó refugio al interior de una iglesia de la comunidad de Cerocahui, luego de que fuera perseguido por hombres armados.
En dicho templo religioso perdieron la vida tres personas: los dos sacerdotes de 79 y 81 años, así como el civil al que trataron de ayudar, confirmaron las autoridades.
Al respecto, la Compañía de Jesús exigió justicia por sus hermanos abatidos y aseguraron que este asesinato no se trató de un hecho aislado, toda vez que en la Sierra Chihuahuense hay una fuerte presencia del crimen organizado.
“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas (…) La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas”
Por ello, también solicitaron que se garantice la seguridad de toda la comunidad de Cerocahui. Asimismo, el general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, expresó su dolor ante el asesinato de ambos sacerdotes. “Estoy consternado y triste por esta noticia”, comentó, al tiempo que manifestó sus condolencias hacia la comunidad jesuita en México y los familiares de las víctimas.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se unió a la indignación expresada por la compañía Jesuitas México. Condenaron públicamente que, “entre tanta muerte y crimen que se vive en el país”, hayan ocurrido estos hechos en contra de dos curas; además, pidieron se investigue el caso y exigieron seguridad tanto para la comunidad como para todos los sacerdotes del país.
Estos hechos violentos, que incluso llegaron hasta el portal de noticias del Vaticano, también fueron condenados por la Arquidiócesis Primada de México, la cual pidió el cese de la violencia que se vive en el país, así como por la Diócesis de Tarahumara, pues ambos clérigos formaban parte de su congregación.
La Diócesis calificó como “absurda” la muerte de los curas, las cuales se suman a las de miles de chihuahuenses en los últimos diez años a causa de la inseguridad y el crimen organizado en la región. De igual forma exigieron la “conversión” religiosa para los victimarios.
Asociaciones civiles indicaron que estos hechos reflejan la ola violenta que enfrenta México, donde en 2021 se registraron 33 mil 316 homicidios. Y es que de acuerdo con la organización Centro Católico Multimedial, en la última década 30 curas han sido asesinados en el país.
En su conferencia de prensa de este martes 21 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó este crimen y reconoció que en la Sierra Tarahumara hay una fuerte presencia de la delincuencia organizada. “Parece que se tiene información sobre los posibles responsables de estos crímenes. Es lo único que conocemos”, señaló.
Sin embargo, hasta el momento no se tienen reportes de ninguna persona detenida por estos hechos, así como tampoco la identificación de los presuntos agresores. De manera extraoficial, medios locales indicaron que Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, habría sido el presunto responsable del robo de los cuerpos de los sacerdotes, aunque esto no ha sido confirmado por las autoridades competentes.
Posterior a los hechos, el padre Luis Gerardo Moro Madrid –provincial de la Compañía de Jesús– indicó que se encuentra trabajando con autoridades federales y estatales para la seguridad de otros tres jesuitas, identificados como Esteban Cornejo, Jesús Reyes y Jesús Zaglul.