Arqueólogos mexicanos culminan restauración de la Tumba Tebana 39 en Luxor tras 19 años de trabajo
Después de 19 años de esfuerzo, un equipo de arqueólogos mexicanos, encabezado por la egiptóloga Gabriela Arrache, finalizó la restauración de la Tumba Tebana 39 (TT39), ubicada en Luxor, Egipto. Este jueves 21 de noviembre, el monumento será entregado a las autoridades egipcias, quienes lo abrirán al público por primera vez.
La tumba, construida alrededor del año 1350 a.C., pertenece a Puimra, segundo sacerdote de Amón, una figura política y religiosa de gran poder en el antiguo Egipto. Según explicó la doctora Arrache, el clero de Amón acumulaba más tributos que el propio faraón, consolidándose como una fuerza económica y espiritual clave en Tebas, la actual Luxor.
Reconoce gobierno egipcio labor del INAH, en el rescate de la Tumba Tebana 39.
— INAH (@INAHmx) June 20, 2019
El embajador de la República Árabe de #Egipto, Yasser Morad, entregó un reconocimiento al #INAH, por el apoyo brindado a este proyecto. Info: https://t.co/SoQax4pAOb pic.twitter.com/CS9CUfzC82
Durante los trabajos de restauración, los arqueólogos mexicanos enfrentaron desafíos significativos, como grietas estructurales, saqueos históricos y un mercado negro que dispersó fragmentos del templo. Entre las inscripciones descubiertas, destaca una maldición grabada en 20 columnas, con advertencias como: “Si entras a bailar, te van a salir los cocodrilos” y “Si entras a respetar, los dioses van a recibir tus ofrendas”.
El proyecto, iniciado en 2005, contó con un equipo multicultural de hasta 50 personas, trabajando en temporadas específicas debido al clima extremo de la región. Sin embargo, el equipo mexicano enfrentó limitaciones económicas, ya que no recibió financiamiento gubernamental. La Sociedad Mexicana de Egiptología, junto con Arrache y los investigadores Félix Valdés Corral y María Alicia Valdés Corral, asumieron los costos del proyecto.
“Nos la hemos visto difícil, pero creo que ha valido la pena”, señaló Arrache, quien resaltó el compromiso y la pasión de los participantes en esta hazaña.
Este esfuerzo no solo preserva un importante vestigio de la historia egipcia, sino que también refuerza la presencia de México en proyectos internacionales de gran relevancia cultural y científica.